Ese baño refrescante
Soy Vianney Gasca, tengo 27 Años y soy de Guadalara, Jalisco. Pertenecer a AMeCAT te brinda fortaleza, apoyo, amor, abrigo, experiencia, a pesar de que cada persona lo vive de manera única y que cada sentir es personal, encuentras esa hermandad y empatía con alguien que pasa o pasó por un CA de tiroides. Y se pueden platicar cosas tan simples y hasta un poco ridículas de experiencia que sirven muchísimo, para que tu proceso sea más llevadero, específicamente tengo una anécdota que viví, pertenezco al grupo de apoyo de AMeCAT Guadalajara.
Cuando iba a iniciar mis preparativos para recibir la terapia de I-131 (Yodo Radiactivo) a recibirlo en el Centro Médico Nacional de Occidente dos amigas de la asociación me comentaron que el cuarto es pequeño, tiene su baño completo pequeño, pero que se fuga el agua de la regadera cuando te bañas, una situación nada del otro mundo, pero que tuviera cuidado, porque el agua moja hasta el cuarto y nadie, absolutamente nadie entra a limpiar. Con esa información en mis manos, procedí a pensar una estrategia para evitar tener que limpiar el cuarto, para ello, compré 3 metros de jerga, color rosa, por supuesto, y la empaqué en mi maleta de supervivencia
Al llegar a mi estadía en el hospital y después del proceso del yodo, procedí a tomar ese baño refrescante y que me tenía en un desafío personal.
Tomé mi jerga, la corte en 3 partes, una parte la doblé y la coloqué en el umbral del cancel de la regadera y otra la doble para colocarle en el umbral de la puerta del baño hacía el cuarto y el tercer pedazo, lo coloqué como tapete al salir del baño hacia el cuarto, realmente el cuarto era muy pequeño que esta última jerga abarcaba como tapete de medio cuarto. Y después de todo ese ritual, sucedió, la primera jerga terminó empapada y dejó pasar muy poca agua, la segunda jerga fue más de precaución y ni mojada estaba y la tercera un tapete para uso exclusivo y que decoraba con un bello color aquel cuarto radiactivo.
En lo personal me encanta esta historia, la comparto cuando puedo, sobre todo a quiénes van a ir a vivir esa experiencia del I-131, parecerá rara y en ocasiones como si te metieras a la intimidad de las personas, pero es algo tan simple que ayuda muchísimo cuando estás en tu estadía en aquel cuarto 591 del C.M.N.O.
Post cirugía comienzo a entrar a los cafés tiroides en los que he aprendido a conocer de todo gracias a los médicos especialistas que forman parte de AMECAT, y es que no solo se trata de una cirugía y sin tumor todo resuelto.
Es muy emocionante para mi poder expresar el agradecimiento que tengo hacia AMeCAT y a las personas del comité que me enseñaron a conocer más el duelo y proceso al perder la tiroides y esa protección inconsciente que me brindaron al tener diagnóstico de cáncer papilar tiroideo a Mi corta edad.