Mi ángel guardián
Hola soy Angeles de Tianguistenco, Estado de México, tengo 33 años y soy paciente de cáncer de tiroides. Llegar al diagnóstico fue después de una inflamación en el cuello, cara y parpados post COVID 19, pues a los dos meses de recuperación comencé a sentir una bolita en el lado izquierdo del cuello, acudí con una endocrinóloga quien al detectar por ultrasonido la presencia de un nódulo me sugiere una biopsia.
El 24 de enero de 2021 recibo los resultados, es maligno positivo a cáncer de tiroides, me recomienda un cirujano quien me dice que retiraría solo el lado izquierdo de la tiroides, sin riesgos de cirugía. Preocupada busco información y ayuda en redes sociales y AECAT me enlaza con Claudia Amecat, a quien llamo mi ángel guardián.
Recuerdo perfectamente esa tarde, amablemente Claudia me contacta me explica de la asociación, los grupos de ayuda y me sugiere un médico cercano a mi residencia, explicándome la importancia de llevar la cirugía por un especialista de cuello y cabeza.
El médico me contacta a falta de mi interés, yo apenas procesaba lo duro que es escuchar tienes cáncer, en ese entonces sentía una sentencia de muerte. Acudo al día siguiente al llamado y me quedo con una admiración total, un ser humano y un profesional en toda la extensión de la palabra, me explica lo que nadie: los riesgos, los lugares de metástasis, los resultados de sangre (tenia hipotiroidismo que nunca fue mencionado por la endocrinóloga), la importancia de las paratiroides, los nervios de voz y dije estoy en el lugar correcto gracias a AMECAT.
Entre a cirugía el 4 de febrero, para una tiroidectomía total con extracción de ganglios centrales, con una duración de 50 min, sin molestia alguna, puedo hablar, tengo mis paratiroides y mi calcio en perfecta condición.
Post cirugía comienzo a entrar a los cafés tiroides en los que he aprendido a conocer de todo gracias a los médicos especialistas que forman parte de AMECAT, y es que no solo se trata de una cirugía y sin tumor todo resuelto.
Se requiere de todo un proceso, que cada profesional del equipo interdisciplinario te da cuenta, gracias a estos cafés me he sentido acompañada y que me llevan de la mano con todo lo que se debe saber, las pruebas de sangre básicas, la ingesta de medicamento base, la nutrición y absorción correcta del medicamento, las indicaciones radiactivas, la salud socioemocional tanto del paciente como del cuidador, todo un conjunto de pasos.
En AMECAT, he encontrado una red de apoyo, con personas que han pasado por lo mismo, un equipo de escucha, de entereza que está a diario en acompañamiento. Gracias FAMILIA AMECAT por dar luz a mi camino, por cada palabra, cada asesoría por qué hoy por hoy, gracias a todo ello puedo llevar una vida de calidad.